sábado, 15 de octubre de 2011

SENDEROS


La línea cruzaba frente a mi casa. Era tenue y casi insignificante, pero estaba allí... El césped marcaba la frontera de ese hilo de tierra que hablaba de un paso antes recorrido...
Las hormigas... Ellas sin duda habían estado allí. Pero ya no estaban y sus huellas, se volvían una, ocultando el andar de un sin número de patitas que día a día la caminaron con un único sentido...
Una línea y un destino... Alimento de un invierno que impondrá silencio y hastío...
Hoy vacío... Muerte y vida alrededor en una frontera que divide y da sentido.
Las hormigas, obreras según algunos... a mi entender depredadoras, al de otros previsoras...
Ejemplo para quienes temen al futuro... Agobio para quienes escapan de la rutina...
Las hormigas; aliadas de mi maestra de primaria que olvido el imprevisto...
Las hormigas, insectos que trazaron este camino que hoy llama a mi fantasía y me lleva a la metáfora que interpela a mi filosofía...